El testimonio de una tortuga
¿Recuerdan la tortuga y la liebre de las fábulas de Esopo? La liebre se jactaba de que era el animal más rápido del bosque. Cuando desafió a los demás a una carrera, sólo la tortuga se atrevió a probar. A la liebre, la competencia le parecía injusta, pues ella ganaría fácilmente. Pero salieron de todas maneras y la tortuga pronto se quedó atrás.
En el camino la liebre decidió que tenía tiempo de tomar una siesta. Sin embargo, la tortuga siguió caminando pesadamente. Cuando la liebre despertó no vio a la tortuga por ninguna parte, por lo que se rió y dijo: "¡Todavía no me ha alcanzado! " Pero cuando corrió hacia la meta vio a la tortuga cruzándola. Lenta pero firmemente, la tortuga había ganado.
" Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús"
Filipenses 13:14y15