El Roí

La iglesia Pentecostal El Roí, alza sus manos y canta con la mirada puesta en alto, para alcanzar los corazones del hombre, donde sólo Dios puede entrar.

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Tuesday, October 09, 2007

El trabajo del creyente

Leer | Colosenses 3:22-24

El trabajo del creyente es mucho más que simplemente el quehacer diario. Cada vez que ejercitamos los dones y los talentos que Dios nos ha dado, estamos trabajando para Su reino. Podemos estar haciendo algo evidentemente bíblico, como enseñar en la Escuela Dominical o podemos usar nuestras capacidades para animar a un amigo que se siente triste. No importa lo que hagamos, Dios espera que nuestro trabajo sea hecho bien y con un corazón alegre.
• El creyente trabaja con energía. Como hijos de Dios, recibimos dones para poder servir al Señor por medio del servicio a los demás. Descuidar nuestros talentos o ser indisciplinados en nuestros deberes, es desobediencia. Pablo advirtió que los perezosos merecen sentirse avergonzados (2 Ts. 3:10-14).

• El creyente trabaja con entusiasmo. Dios está haciendo cosas maravillosas a través de nuestras manos. Participar en Su reino, debe ser una motivación para que nos volvamos útiles y para hacerlo de todo corazón.

• El creyente trabaja con excelencia. El Señor nos equipó con el talento adecuado para llevar a cabo el trabajo que Él quiere que hagamos. Por eso, lo hecho con una mala actitud y sin entusiasmo no se justifica. Aunque a veces fallamos en nuestra tarea, a nuestro Padre celestial siempre le agradará que nos esforcemos al máximo.

A veces nos cansamos y sentimos que no estamos haciendo con fervor el trabajo. Pero esos sentimientos no nos libran de nuestra responsabilidad, porque estamos en este mundo para servir al Señor. Propóngase hoy realizar Su obra con energía, entusiasmo y excelencia en todo momento.

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Monday, April 09, 2007

Llego Camila

El pasado 17 de febrero llego a las vidas de Manuel y Carmen, la esperada bebé que lleva el nombre de Camila Valentina Hernández Ríos, llenando de alegria e ilusión sus vidas. Estamos agradecidos a Dios por esta bendición tan linda.

Monday, January 29, 2007


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Conservo en mi oficina de En Contacto la vieja y desgastada Biblia de mi abuelo. Hay algo muy especial acerca de ese libro. Siempre que lo tomo en mis manos, me acuerdo de alguien que Dios usó para plantar en mi corazón las lecciones más maravillosas de toda una vida.

Aunque yo no veía a mi abuelo a menudo, él hizo un profundo impacto en mi manera de pensar y en mi crecimiento espiritual. En una de nuestras infrecuentes pero preciosas visitas, me habló de la manera como Dios había actuado en su vida. Entonces comencé a preguntar: “Señor, si Tú obraste de esa manera en la vida de mi abuelo, ¿qué estás dispuesto a hacer en mi vida? Yo tenía apenas 17 en ese momento, y no entendía totalmente el concepto, pero esa conversación puso en mi corazón el deseo de buscar a Dios.

La expresión “buscar al Señor” se refiere al deseo de conocerle, al hambre y a la sed ardientes de tener una relación íntima con nuestro Creador. Implica la maravillosa sensación de desarrollar unidad con Él, donde Jesucristo no es ya nuestro distante Salvador y Señor, sino un amigo íntimo que camina con nosotros día tras día.

En Mateo 12:39, Jesús llamó “mala y adúltera” a su generación: “La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada”. Ellos buscaban señales y prodigios en vez de buscar al Señor. Hoy, vivimos en un clima espiritual muy parecido, en el que las personas quieren demostraciones del poder divino, pero se conforman con una simple relación superficial con Jesús. Les satisface saber que son salvas, asistir a la iglesia y recibir respuestas a sus escasas oraciones; sin embargo, prefieren no ahondar en su relación con su Salvador ni buscarle más efectivamente.

Maneras de buscar a Dios

Los beneficios de buscar a Dios son maravillosos; la Biblia nos dice que “los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien” (Salmo 34:10). Pero no seremos llevados por inercia, de manera accidental a una relación significativa con Él; el secreto para desarrollar intimidad con Dios es actuar decididamente teniendo ese fin en mente. Como dice en 1 Crónicas 22:19: “Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios”. ¿Cómo podemos, entonces, buscar con tesón conocerle mejor?

Por la Biblia—La Biblia es la relación escrita de los atributos de Dios y de la manera como Él actúa. Muchos cristianos leen uno o dos pasajes cada mañana, pero buscar al Señor exige mucho más que eso. Cuando abra la Palabra de Dios, dígale al Señor: “Quiero conocerte mejor. Háblame, Señor, y muéstrame la verdad sobre Ti”. Usted puede tener la seguridad de que “muéstrame la verdad” es una oración que Dios siempre responderá.

Cuando usted se enamora de alguien, anhela desarrollar una relación para conocer más a esa persona. Cuando se produce la intimidad verdadera, las barreras desaparecen y la ignorancia es sustituida por un conocimiento que tiene un nivel más profundo que lo físico o lo emocional: se produce una conexión con el espíritu de la otra persona. De manera parecida, si usted quiere buscar a Dios, abra su Biblia con el propósito de hallar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Quién es este Dios? ¿Quién es este Cristo? ¿Quién es este Espíritu Santo que mora dentro de mí y que expresa la vida de Jesús a través de mi ser?

Por la oración—Todos nosotros tenemos una lista de oración. En realidad, la mía tiene centenares de asuntos, pero nada de lo que hay en esa lista abarca mi objetivo supremo cuando oro, que es conocer más a Dios. Hace algún tiempo aprendí esta verdad en el libro En pos de lo supremo, de Oswald Chambers. Lo más importante en mi vida no es mi servicio, ganar personas para Cristo, predicar sermones, o ser un pastor. Lo más importante en mi vida es desarrollar mi relación con Cristo. Por tanto, cuando usted se acerque a Él en oración, dígale: “Señor, abre mi corazón a Ti y háblame; muéstrate a mí, y ayúdame a entender Tus caminos”.

Por la adoración—No venga a la iglesia simplemente porque es domingo. Por el contrario, venga con un corazón hambriento y una actitud de: “Señor, ¿qué quieres decirme? ¿Qué quieres hacer en mí y a través de mí?” Venga listo para escucharle; tenga una Biblia abierta, una libreta y una pluma, para que pueda anotar lo que el Señor le revele lo que Él está tratando de hacer en su vida. Usted se marchará habiendo aprendido verdades que influenciarán su futuro si las acepta y las aplica.

No puedo imaginar que alguien vaya a un culto para sólo estar allí sentado, y pensando: ¡Qué sermón tan maravilloso! El propósito de la iglesia no es entretenerle sino más bien dejar que Dios cause un impacto en su corazón, que cambie su vida, y que lo haga cada vez más parecido a Jesucristo. Esto comenzará a suceder cuando usted lo invite decididamente a hablarle a su corazón.

Por los libros—Los grandes autores de la fe tienen conocimientos profundos y útiles, pero no serán de valor para usted si no busca intencionalmente a Dios mientras los lee. Tenga, por tanto esta disposición: “Señor, quiero conocerte más. Muéstrame algo nuevo, y si hay algo acerca de Ti que debo entender pero no he captado, hazme el favor de revelármelo”. Hay ocasiones en las que, cuando leo una nueva idea, tengo que ponerme de rodillas y decir: “Señor, ¿cómo es posible que después de haber sido cristiano tanto tiempo no haya visto esto antes?” Pero, para todos nosotros, es necesario oír repetir algo una y otra vez para que ciertas verdades penetren profundamente en nuestros corazones.

Por la conversación—Sea intencional cuando converse en casa, en el trabajo y con sus amigos. No permita que su conversación gire sólo en torno a los deportes, la política y los titulares de la prensa. ¡Haga que la conversación se dirija a Jesús!

A mí me encanta estar en medio de un grupo de personas y escuchar su conversación, porque aprendo algo nuevo. Pero la conversación banal no me interesa; quiero hablar de cosas que dejen una huella, ya sea en la vida de otra persona o en la mía. Por eso, cuando usted esté con un grupo de amigos, compañeros de trabajo o familiares, tenga puestas sus “antenas” espirituales, y podrá descubrir algo nuevo o discernir cuando intervenir con un comentario que apunte al Salvador.

Los resultados de buscar al Señor

La Biblia nos dice que cuando nuestra prioridad máxima es conocer a Dios, podemos esperar una serie de beneficios, además de la gran bendición de tener intimidad con Él:

1) No tendremos falta de ningún bien. El salmo 37:4 dice que si Dios es lo primero en nuestro amor e interés, Él nos concederá los deseos de nuestro corazón. Como nuestro Creador omnisciente, el Señor nos conoce mejor que lo que nos conocemos a nosotros mismos; Él está muy consciente de nuestros anhelos más profundos, incluso de algunos de los que no nos hemos dado cuenta. Aun más, al buscarle aprendemos como piensa Él, nuestros pensamientos comienzan a alinearse con los Suyos, y desearemos solamente lo que Él desea. De esa manera, las bendiciones que Dios decide amorosamente para nosotros, satisfarán verdaderamente los deseos de nuestro corazón.

2) Tendremos éxito en la vida. Segundo de Crónicas 31:21 nos ofrece el ejemplo de Zacarías: “En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado”. Igualmente, el Señor le dijo a Josué que obedeciera el libro de la ley para que pudiera prosperar y tener éxito en todas sus empresas (Josué 1:7, 8). El principio es que, al meditar en la Palabra de Dios, llegamos a entender Sus caminos y Su voluntad, y nuestra relación con Él se profundizará. Si conocemos más a Dios, haremos decisiones correctas en número cada vez mayor, y eso lleva al éxito.

3) Adquiriremos entendimiento. Proverbios 28:5 dice: “Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan a Jehová entienden todas las cosas”. Un corazón malo es tenebroso e impuro, y en él se aloja un espíritu rebelde. Pero cuando ansiamos conocer a Dios, nuestro corazón se vuelve limpio, nuestra mente se aclara, y nuestro espíritu se hace obediente; seremos, entonces, capaces de discernir lo que es moralmente bueno y lo que es moralmente malo, y entonces acataremos obedientemente la dirección divina.

4) Sabremos lo que es el contentamiento. Por su experiencia en el desierto, David sabía lo que era ansiar con vehemencia el agua; por eso usó la imagen de la sed en el salmo 63:1 para expresar la ansiedad con que él buscaba al Señor. En el versículo 5, expresa un genuino y profundo contentamiento: “Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca”. Es que en el corazón de una persona que busca con afán al Señor, hay una sensación de profunda satisfacción.

Búsquelo ahora mismo

La experiencia más emocionante que yo he tenido, es postrarme delante de Dios y tener comunión con Él. Ninguna otra cosa hará en favor del corazón humano lo que hará Su presencia; ninguna otra cosa satisfará su espíritu como el estar a solas con el Señor Jesucristo. En eso consiste el contentamiento.

¿Qué anhela su corazón? Al despertar cada mañana, ¿en qué piensa y qué desea en la vida? Si es capaz de responder: “A Jesucristo”, eso es evidencia de que usted está buscando verdaderamente al Señor. Si usted desea tener más comprensión y mayor conocimiento de la voluntad de Dios para su vida, no espere entonces. Ya sea que tenga 5 años o 95, comience a aprender cómo buscar, obedecer, y seguirle. Ése es el camino que conduce al éxito y al verdadero contentamiento.

Confianza en la voluntad de Dios

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Dios no “juega” con Sus hijos envolviendo Su voluntad en el misterio. Los creyentes pueden estar seguros de Su dirección en cualquier situación. Cuando necesitemos esta seguridad, las siguientes preguntas pueden ayudarnos a tener esto claro:

¿Es esta decisión consistente con la Palabra de Dios? Si queremos conocer Su voluntad, la Palabra de Dios nos indicará la mejor acción a tomar. Es posible que el pasaje no mencione nuestra situación exacta, pero el principio le hablará a nuestra situación.

¿Es ésta una decisión sabia? Una decisión puede parecer razonable e incluso agradable emocionalmente, pero ella se hará sentir mucho después de que los sentimientos actuales hayan desaparecido.

¿Puedo pedirle a Dios que me permita hacerlo todo? Contrario a la opinión popular, los cristianos no pueden pedirle al Señor cualquier cosa que quieran. Un hombre que necesite dinero, por ejemplo, no puede buscar la bendición divina sobre un negocio turbio. Dios promete darnos lo que necesitamos, pero cualquier obtenida fuera de Su voluntad se convertirá en cenizas.

¿Tengo paz verdadera? Podemos hablarle a Dios, pero no podremos conseguir la paz a la fuerza. No importa la manera como pensemos o nos sintamos en cuanto a un asunto, Dios no nos dará un corazón tranquilo antes de tiempo. La paz verdadera consiste en la seguridad que Dios da, en un corazón tranquilo, y en la satisfacción de nuestra conciencia.

El propósito de evaluar una situación, es buscar la voluntad de Dios. Considere cada pregunta hasta que pueda decir: “Sé que éste es el plan de Dios para mí”.

Friday, January 19, 2007

Así de simple

Hernán Díaz

Estaban conversando dos íntimos amigos. El uno era un famoso astronauta y el otro un reconocido neurocirujano. De pronto, ambos estaban intercambiando opiniones acerca de la existencia Dios. El astronauta dijo: -Tengo la firme convicción de que Dios no existe, porque en varias oportunidades fui al espacio y en ninguna de ellas he visto a Dios o a uno de sus ángeles. El neurocirujano, luego de pensar por algunos minutos, contestó: -Bueno, yo he operado muchos cerebros durante mi vida y nunca he podido ver un pensamiento.

Que sabias palabras las de aquel neurocirujano ¿verdad? Los seres humanos muchas veces pretendemos ver para creer, sin embargo estamos rodeados de cosas que no vemos y en la cual creemos. He aquí algunos ejemplos: el pensamiento, la fuerza de la gravedad, la electricidad, la radiación nuclear, la onda expansiva de una bomba, las comunicaciones satelitales de audio y video, etc. Nadie se atrevería a negar la existencia del pensamiento, la radiación nuclear o las comunicaciones satelitales, solo por no ser visibles a los ojos humanos. Pero al mismo tiempo miles de personas dicen que Dios no existe sólo por el hecho de no poder verle. ¡Cuán injustos somos! Con justificada razón la Biblia dice en Salmos 14:1 lo siguiente: "Dice el necio en su corazón: No hay Dios."

Realmente, no existe argumento más pobre, que el que esgrime una persona que pretende afirmar que Dios no existe. Piensa en lo siguiente: "Nuestras palabras y opiniones jamás podrán crear o negar una realidad."

El regalo de la libertad (Una anécdota de Facundo Cabral)

Cuando me fui de mi casa, niño aún, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: -Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida, el segundo la libertad para vivirla. La oración dilecta de mi madre decía: "Señor, te pido perdón por mis pecados, ante todo por haber peregrinado a tus muchos santuarios, olvidando que estás presente en todas partes. En segundo lugar, te pido perdón por haber implorado tantas veces tu ayuda, olvidando que mi bienestar te preocupa más a ti que a mi. Y por último te pido perdón por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando mi corazón sabe que mis pecados son perdonados antes que los cometa, ¡Tanta es tú misericordia amado Señor!

"Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones "

Salmo 100:5

Thursday, January 18, 2007

Boda y Danzas

La Feliz pareja de recién casados al culminar el hermoso acto.

Las Danzas Judío Mesiánicas celebradas en la Iglesia Pentecostal El Roí durante la Boda David y Ana.

Wednesday, December 13, 2006

Luciérnagas

Una luciérnaga no alumbra todo su camino, pero todas las luciérnagas estrellan una noche.
Como un tácito acuerdo cuando unas luciérnagas se encienden otras se apagan.
Cuando se apaga un pensamiento se enciende otro para que no te quedes a oscuras.
Un sapo se traga a la luciérnaga pero no queda iluminado. Los pensamientos del sabio se apagan en el buche del tonto.

Los pensamientos de los hombres son como las luciérnagas: mientras vuelan en libertad iluminan toda la noche, pero si los aprisionas se apagan.

La luciérnaga que prende su luz se arriesga a ser descubierta y devorada por sus enemigos. Así le sucede al hombre que se anima a decir en voz alta su propio pensamiento. Cuando es de día las luciérnagas duermen apagadas. El hombre sabio calla lo que piensa cuando es inútil decirlo.

Si todos los animales noctámbulos iluminaran como la luciérnaga se acabarían las noches. Si todos los hombres iluminaran con su propia luz se acabaría la oscuridad.

Hay hombres que son como las luciérnagas: Iluminan con su propia luz, intermitente y pequeña. Hay hombres que son como la luna: Iluminan con luz fuerte y constante pero ajena.
No desprecies la luz de la luciérnaga porque es un insecto pequeño. Ni dejes de valorar lo que piensa el hombre porque no tiene títulos ni dinero. Anímate a ser como la luciérnaga, y descubrirás que en tu vida hay un poco de luz para iluminar a los otros.

(B. Aldegani Jazmín)

" Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos "

Mateo 5:16

Sabios, salvos y santos

Hernán Díaz
Antes de seguir a Cristo recuerdo que nunca me interesó leer la Biblia; si la llegué a leer alguna que otra vez, pero las veces que lo hice no la entendí, tanto, que por esa misma razón no me animaba a leerla de nuevo. Lo que pasa es que la leía con mi intelecto natural, y ella hay que leerla y discernirla es espiritualmente: Con la guía del Espíritu. Esto es algo así como cuando uno lee un libro y consulta alguna duda al autor.

Debe ser así porque la Biblia no es un simple libro, ella es el mensaje que Dios le dejó a la humanidad, para que se desenvolviera en este mundo y para que se preparara para la eternidad. Desde luego que fue escrita por hombres comunes y de todos los niveles socio-culturales, pero inspirados por el Espíritu de Dios, por tanto es Dios mismo hablando. Esta es la razón por la que ella puede satisfacer y enriquecer al hombre en todos los aspectos, y de ahí es que alguien dijo acertadamente: "Lee la Biblia para ser sabio, créela para ser salvo, y practícala para ser santo". Obviamente, si leemos las recomendaciones y sugerencias de un Dios Omnisciente, entonces seremos sabios para desenvolvernos en esta vida. Pero como no basta con ser sabios, sino que igualmente debemos asegurarle una buena estadía eterna a nuestras almas, para eso ella también nos dice como alcanzar Salvación. Y luego, por el solo hecho de ser apartados para Dios eso ya nos hace santos; pero Él también quiere que vivamos conforme a ese llamamiento: recta y piadosamente; y precisamente, ella nos dice como lo podremos lograr.

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia "

2ª Timoteo 3:16

La Biblia nos prepara para esta vida, y para la eternidad también

Monday, October 30, 2006

"UNA TAZA O CAFÉ"

Un grupo de ex estudiantes, ya muy establecidos en sus carreras, se
juntaron para visitar a su viejo profesor de la universidad.

Pronto la conversación tornó a quejas sobre el estrés en el trabajo y la
vida.

Al ofrecerles café a sus visitas, el profesor fue a la cocina y regresó con
un termo de café y una variedad de tazas de porcelana, plástico, vidrio,
cristal, algunas comunes, algunas caras, algunas exquisitas, y les pidió
que se sirvieran el café caliente.

Cuando todos los estudiantes tenían su taza en mano, el profesor dijo:

"Si se han fijado, todas las tazas bonitas y caras han sido tomadas,
dejando atrás las comunes y baratas. Aunque es normal que quieran solo lo
mejor para ustedes, ese es el origen de sus problemas y estrés. Lo que en
realidad querían era café, no la taza, pero conscientemente tomaron las
mejores tazas y las estuvieron comparando con las tazas de los demás.
Ahora, si la vida es el café, entonces sus trabajos, el dinero y su
posición social son las tazas: son solo herramientas para sostener y
contener vida, pero la calidad de la vida no cambia. A veces, al concentrarnos solo en la taza, dejamos de disfrutar el café en ella.

Por lo tanto, no dejes que la taza te guíe... mejor goza el café!"